Nico Harrison, enemigo público de los Mavericks, se va por la puerta atrás apenas 9 meses después de uno de los negocios más desastrosos de la historia.
La paciencia en Dallas se agotó. Nico Harrison dejará de ser el presidente de operaciones de los Mavericks, según adelantó Shams Charania. La decisión llega apenas nueve meses después del intercambio que sacudió a la NBA: Luka Doncic por Anthony Davis. Aquella apuesta, pensada como un golpe de timón para construir un nuevo proyecto ganador, terminó hundiendo aún más a una franquicia que hoy ocupa el penúltimo lugar del Oeste con un registro de 3-8.
Ni siquiera la llegada de Cooper Flagg, la joya del Draft 2025, alcanzó para maquillar los problemas. Las lesiones de Kyrie Irving y Davis dejaron a Jason Kidd sin estructura, mientras que Klay Thompson, con 35 años y un contrato que roza los 18 millones de dólares, atraviesa la peor temporada de su carrera con apenas un 27% de acierto en triples. El supuesto big 3 de Dallas terminó convertido en un rompecabezas financiero y deportivo.
La salida de Harrison marca el fin de una era breve y turbulenta. Ascendido en 2021 tras la salida de Donnie Nelson, el exejecutivo de Nike intentó combinar marketing, estrellas y juventud, pero el cóctel explotó antes de tiempo. Con Dumont decidido a reestructurar todo el organigrama, el futuro de los Mavs dependerá ahora de encontrar dirección antes de que el talento joven se desgaste entre derrotas y promesas incumplidas.