MEXICO CITY, MEXICO - NOVEMBER 1: Cooper Flagg #32 of the Dallas Mavericks dribbles the ball during the game against the Detroit Pistons as part of the NBA Mexico Games 2025 on November 1, 2025 at Arena Ciudad de Mexico in Mexico City, Mexico. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and/or using this photograph, user is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Mandatory Copyright Notice: Copyright 2025 NBAE (Photo by Brian Sevald/NBAE via Getty Images)
Jason Kidd explicó las distintas razones que lo llevaron a colocar al novato fuera de su posición habitual: una combinación entre necesidad y el deseo de seguir formándolo como jugador.
Los Mavericks atraviesan un inicio de temporada irregular en la NBA, marcado por las lesiones y la falta de continuidad en su plantilla. Con Kyrie Irving fuera por un largo periodo y dudas en torno a jugadores como Anthony Davis, Dante Exum y Derrick Lively II, el joven Cooper Flagg ha debido asumir temporalmente la posición de base. En una reciente conferencia de prensa, el entrenador Jason Kidd explicó el motivo de esta decisión: “Hay un par de razones por las que él juega de base. Una es nuestra salud… La otra es poder manejar la presión cuando llega abril y estás jugando por algo más importante”, declaró, según un video difundido por Mike Curtis del Dallas Morning News.
Jason Kidd, sin embargo, parece tener un objetivo más amplio con esta decisión. Según informó Yahoo Sports, el entrenador “parece decidido a incomodar a Flagg”, buscando acelerar su desarrollo y prepararlo para escenarios de alta presión. Pese a sus aportes individuales, los Mavericks siguen mostrando debilidades colectivas, especialmente en el lanzamiento exterior, lo que ha frenado su progreso en este arranque de temporada.
Las estadísticas reflejan el problema: Dallas se ubica entre los cinco peores equipos de la liga en intentos y aciertos de triples, con una eficiencia ofensiva de apenas 104.5, la más baja de toda la NBA. Aun así, Flagg se ha destacado como una de las pocas constantes del equipo, promediando 13.8 puntos, 6.5 rebotes y tres asistencias por juego. Consciente de que aún tiene margen de mejora, el exjugador de Duke se perfila como una pieza clave para que los Mavericks encuentren el equilibrio que necesitan en las próximas semanas.