Ni los 50 puntos de Aaron Gordon, ni el triple doble de Jokic pudieron detener al Chef en un 137 a 131. Jimmy Butler sigue triunfando como escudero y los Warriors inician 2-0.
Golden State volvió a encender el Chase Center en una de esas noches que parecen de playoffs. Los Warriors vencieron 137-131 a los Denver Nuggets en tiempo extra, liderados por un Stephen Curry monumental, que firmó 42 puntos, incluidos los últimos 13 del tiempo regular. El duelo, que se vivió con clima de final pese a ser apenas el segundo partido del año, tuvo de todo: una actuación histórica de Aaron Gordon, un Nikola Jokic de triple doble (21 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias) y un cierre marca registrada de los de Steve Kerr.
El partido arrancó con un vendaval dorado: 10-0 en el inicio y la ilusión de una noche tranquila. Pero David Adelman, al mando de Denver, no pidió tiempo y su equipo respondió con un parcial demoledor de 27-8, comandado por un Gordon desatado. El alero se fue al descanso con 25 puntos y una línea insólita de 7/7 en triples. Los Nuggets se fueron al entretiempo 70-61 arriba, con los Warriors sosteniéndose gracias a la aparición de Jimmy Butler III, autor de los últimos nueve tantos del primer cuarto.
El tercer período cambió el pulso del juego. Curry, apagado hasta entonces, encendió la mecha con una ráfaga de triples y un parcial de 19-6 que devolvió el liderazgo a los locales. La aparición de Al Horford, con una actuación sólida (13 puntos y rebotes decisivos), completó el renacer del equipo. Pero Denver no se quebró: Murray empató sobre la bocina con un triple acrobático y mandó el partido al último cuarto con el marcador igualado en 94.
En el cierre, la historia volvió a pertenecerle al número 30. Con el marcador 127-120 para Denver a tres minutos del final, Curry convirtió 13 puntos consecutivos, incluido un triple desde el logo para igualar el juego y forzar la prórroga. Ya en el tiempo extra, Golden State cerró el partido con autoridad: triples de Horford y Butler, un bloqueo decisivo de Kuminga y una bandeja del propio Curry para sellar la victoria. Gordon firmó una noche para el recuerdo con 50 puntos y 10/11 en triples, pero el resultado final volvió a inclinarse hacia el lado de siempre: el de Stephen Curry y su inagotable espectáculo.